Eden Hotel, entre fantasmas, secretos y vestigios de la Alemania nazi

Argentina nos sorprende con sus maravillas y Córdoba es uno de los epicentros de los bellos paisajes de nuestro territorio. Entre sierras, ríos y naturaleza, esta provincia nos regala imponentes postales desde cualquier rincón de su extensión. Esta vez, hablaremos de La Falda, este pueblo ubicado en el valle de Punilla ofrece un ambiente perfecto para los visitantes que deciden conocer más sobre este lugar que alberga grandes historias, mitos y secretos. 

A tan solo 70 kilómetros de la Ciudad de Córdoba se encuentra La Falda. Allí se sitúa el mítico Eden Hotel (sin tilde, como figura en los documentos oficiales), una formidable edificación de fines del siglo XIX que dio origen al pueblo que hoy alberga a casi 20 mil habitantes. Radiografía de una historia ligada a recuerdos, fantasmas y al nazismo.

Las raíces de una ciudad

Todo empezó en 1895,cuando un oficial del ejército alemán llamado Roberto Bahlcke recorrió a caballo las sierras cordobesas, donde descubrió un lugar serrano paradisíaco y con un clima beneficioso para la prevención de la tuberculosis, enfermedad que causaba estragos en el mundo a fines de siglo XIX.

Ante este panorama, el empresario alemán comenzó la construcción de un hotel con todo el lujo y confort de la época en el corazón del valle de Punilla. El 19 de agosto de 1897 compró las 900 hectáreas de la Estancia La Falda de la Higuera, que diez años antes habrían pertenecido a Juan Bialet Massé. En ese tiempo, las estaciones de ferrocarril más cercanas a los predios de la estancia La Falda de La Higuera eran la de Casa Grande y Huerta Grande.

Con el objetivo de unir el paso del ferrocarril con la estancia, Bahlcke adquirió un terreno aledaño a las vías con el fin de levantar edificaciones para recibir a los pasajeros, y otro de 600 metros de largo por 20 de ancho para poder comunicar el futuro hotel directamente con las vías del ferrocarril. 

Según los medios gráficos de la época, la inauguración del hotel fue a fines de 1898 y, el 26 de diciembre del mismo año se estrenó la primera página del álbum de pasajeros del Eden Hotel, quedando así inaugurada su primera temporada turística. Familias de la aristocracia argentina como los Martinez de Hoz, Tornquist, Bianchi, Roca, Bunge, Anchorena, Blaquier, Peralta Ramos, entre otras tantos, comienzan a frecuentar al establecimiento.

Para sus comienzos, el Eden Hotel contaba con luz eléctrica propia y hasta máquinas que hacían posible la fabricación de hielo y cremas heladas en el recinto. La primera usina eléctrica de La Falda, fue la del hotel. 

Amistades con Adolf Hitler

Los viejos amigos argentinos, tal vez los más cercanos del Führer eran Walter e Ida Eichhorn, dueños hasta 1947 del Eden Hotel y algunos vecinos del pueblo de La Falda. Eichhorn había nacido en 1877 y conoció a quien sería su esposa, cuatro años menor, en el barco que los traía a América. Deambularon por Bolivia y por Chile antes de llegar a la Argentina. Para mediados de mayo de 1912, después de un breve período por Buenos Aires, ya habían comprado el hotel

En un viaje a Alemania, los Eichhorn conocieron a Hitler dando un discurso en Münich, se encantaron y a partir de allí se transformaron en fervorosos defensores del nacionalsocialismo. De esta manera, la pareja extendió la campaña de sostén a Hitler por todo Punilla, logrando un extensivo apoyo de los vecinos a la causa. En el valle de Punilla, hacia los años 50, se instalaron más de 1200 alemanes.
 

La correspondencia entre Adolf Hitler y los Eichhorn fue numerosa. Miembros destacados de la comunidad, los Eichhorn organizaron colectas y recaudaron fondos para ayudar a Hitler. En una de las cartas que el Führer escribió a su amigo se leía un fervoroso agradecimiento.

“Querido señor Eichhorn y querida señora: me permito otra vez en este momento agradecerles por la ayuda financiera que me otorgan y que me quita y alivia una parte importante de mis preocupaciones”.

Fantasmas del pasado

Entre paredes derruidas, techos caídos y pisos rotos, las habitaciones del Eden Hotel guardan múltiples misterios. Uno de ellos es el sonido de los llantos de un bebé en las cercanías de la dependencia de servicio, detrás del hotel, en donde vivía una familia con un bebé que falleció por tuberculosis. Años después, todas las personas a las que les tocó vivir ahí escucharon los llantos de ese bebé.

Según contó Gabriela Sánchez, encargada del Eden, a TN en el hotel suceden cosas paranormales. “Vinieron muchos que se dedican a estudiar fenómenos paranormales y todos llegaron a la misma conclusión: que acá hay actividad paranormal. Pero es evidente que no es energía negativa porque de otra manera no podríamos trabajar”, dijo.

Otro de los relatos narra que han visto a una dama de blanco deambular por uno de los balcones que dan al jardín del hotel a una mujer vestida de blanco, que correspondería a María Herbert de Kreautner, una de las dueñas que tuvo el edificio a principios del siglo XX. 

Muchos lugareños aseguran haber sido testigos de distintos sucesos que no se explican con facilidad y que forman parte del típico “creer o reventar”. Sin embargo, no temen porque afirman que se tratan de buenas almas que visitan aquellos sitios en donde fueron felices o compartieron los mejores momentos de sus vidas terrenales. 

El Eden en la actualidad

Hoy, el Eden Hotel funciona como un tour turístico en el que los visitantes pueden adquirir su ticket e ingresar con guías e historiadores para conocer la semblanza que acompaña este histórica paraje. Tanto de día, como de noche, este lugar recibe a cientos de turistas que se animan a recorrer los tétricos pasillos de uno de los emplazamientos más tenebrosos de toda la Argentina. 

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