Deturismo.ar
Compartí

etiquetas

Catamarca

Catamarca y su Ruta del Adobe

Un camino de 55 kilómetros con poblados, casonas, estancias, capillas e iglesias hechas de barro

28 Marzo de 2021

multimedia.grande.9b90d2b7d2f9af98.436174616d61726361202d20527574612064656c20416
multimedia.grande.9b90d2b7d2f9af98.436174616d61726361202d20527574612064656c20416

El sur catamarqueño se caracteriza por su paisaje agreste y su autóctona aridez que dan lugar a quebradas, vista panorámica y vertientes donde el paisaje cambia al llegar a su cumbre, desapareciendo el verde y asomando los tonos amarillos y rojizos similares a los de un desierto.

Entre Tinogasta y Fiambalá, la arquitectura aporta su propio tinte al encanto del lugar con poblados, casonas, estancias, capillas e iglesias llamado ?la Ruta del Adobe?.

Se trata de 55 kilómetros a lo largo de la Ruta 60, donde aparecen estas construcciones creadas a base de barro, paja y estiérol, desarrolladas con importantes trabajos de madera y herrería logrando que perduren a pesar del tiempo.

Poblados completos construidos a base de adobe, con sus casas, casonas, iglesias, capillas, estancias y hasta una antigua estación de ferrocarril en la Localidad de Copacabana. El recorrido cuento n servicios habilitado dentro de estas mismas construcciones como es el caso de distinguida Casona Histórica data del año 1850, donde disfrutar de una posada, un restaurante, y un almacén de Artesanías y Regionales.

Por la Ruta Nacional 60 se arriba a El Puesto, donde se puede visitar el Oratorio de los Orquera, edificado a principios del siglo XVIII con vigas de algarrobo curvado y una torre campanario en forma circular construida con barro. De una plasticidad y arquitectura única en la región.

En la Falda, La Iglesia de Andacollo, restaurada en el año 2004 conserva sus líneas del neoclásico, con molduras talladas en cemento y cal. También se puede visitar el Monumento Histórico Provincial Mayorazgo de Anillaco, donde se descubren las influencias de las estancias andaluzas del siglo XVIII, y la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, con piso de tierra, paredes de adobe y techo de caña y barro, construida en 1712 y por ser la iglesia más antigua en territorio catamarqueño, fue restaurada, para preservar el retablo, que es el original