Halloween: cinco lugares embrujados de la Argentina
De norte a sur y de este a oeste, los hoteles, iglesias, mansiones y hasta un bosque que guardan historias de fantasmas, apariciones o hechos inexplicables.
31 Octubre de 2021
Se aproxima Halloween, aquella noche en la que los espíritus (buenos y malos) atraviesan la puerta que los separa de los vivos para deambular por la Tierra durante unas horas.
Si bien en Argentina no es un festejo tradicional, año a año se viene imponiendo cada vez más fuerte, y ya son muchos los que deciden celebrar esta noche especial.
Aunque en nuestro país no se festeje con calabazas y zombies por las calles, hay cinco lugares de la Argentina ?relacionados con fantasmas, apariciones o fenómenos inexplicables que le harán poner los pelos de punta a más de uno, sobre todo si se anima a visitarlos a la luz de la luna.
Mansión Stoppel. Mendoza
Una elegante mansión construida por Luis Stoppel, empresario, político y diplomático chileno, inaugurada en 1912. Años después pasó a ser parte de los bienes del Estado de Mendoza y allí funcionó, hasta 1977, el Patronato de Menores, que alojaba a niños huérfanos. Aunque no hay datos oficiales, la historia dice que en 1950 se habría asesinado a un niño de 9 años, llamado Luis. Y su fantasma nunca se fue.La leyenda revivió con la reciente inauguración del Museo Carlos Alonso, con obras del artista mendocino, luego de 41 años de abandono de la casa. Por ejemplo, un par de días antes de la apertura se habilitaron las cámaras de seguridad, que dejaron de transmitir súbitamente, y cuando personal de seguridad las revisó, las encontró desenchufadas. Un rato más tarde se empezaron a apagar las luces de las diferentes salas, y personas que estuvieron en el lugar desde el comienzo de las obras aseguran haber sentido pasos, juegos de luces y gotas de agua caer sobre su cabeza, con origen misterioso. Y todos los guardias que pasaron por el lugar dicen haberse percatado de la presencia de Luisito, ?el que siempre está?.
Hotel Viena. Mar Chiquita
La localidad de Miramar, a orillas de la enorme laguna de Mar Chiquita, en el noreste de Córdoba?, fue visitada no hace mucho por los productores del programa estadounidense Ghost Hunter International, quienes aseguraron que en el Gran Hotel Viena detectaron ?la mayor actividad paranormal? de Latinoamérica?.
Torre del Fantasma. Buenos Aires
El hermoso edificio de estilo catalán modernista se luce en el cruce de la calle Wenceslao Villafañe con la avenidas Almirante Brown y Benito Pérez Galdós desde 1910, cuando fue construido a pedido de Auvert Aurnaud, una de las mujeres más ricas de la ciudad en la época. Ella lo disfrutó poco tiempo y lo alquiló luego a artistas de la zona. Según la leyenda, un día un periodista fue a hacerle un reportaje a una de esas artistas, de nombre Clementina, y sacó varias fotos que, al ser reveladas, lo sorprendieron: en las tomas, entre los cuadros de la pintora, se veían tres duendes.
El hotel abrió en 1945 a manos del matrimonio alemán Palkhe, de movida repleto de leyendas: que se construyó con capitales nazis, que alojó a jerarcas del Tercer Reich e incluso al mismísimo Adolf Hitler, etc. En marzo de 1946 los Palkhe se trasladaron a Buenos Aires, y el hotel cerró definitivamente en 1980. Pero no son pocos los que aseguran que sigue habitado... por fantasmas. Mujeres mirando por la ventana de la habitación 106, ruidos de fuertes golpes, las apariciones de una persona de seguridad que falleció hace varios años de forma extraña y de una niña corriendo por los pasillos... las visitas guiadas nocturnas son perfectas para los fanáticos de lo paranormal.
Bosque energético. Miramar
Desde flujos telúricos o ionización ambiental hasta energía cuántica, un antiguo cementerio indígena o la caída de un meteorito hace millones de años que dejó el lugar cargado de energías. Lo cierto es que el lugar ha sido visitado por artistas y también por investigadores de la NASA, porque energías un tanto inexplicables hay. Basta con poner una ramita sobre otra en forma de ?T? para comprobar que, sorprendentemente, la de arriba siempre encuentra el equilibrio.
Iglesia Santa Felicitas. Buenos Aires
Felicitas Guerrero de Álzaga era una de las jóvenes más hermosas de la Argentina, miembro de una familia aristocrática. Sin embargo, nunca pudo ser feliz. Obligada por su padre, se casó a los 18 años con Martín de Álzaga, hombre mucho mayor y de inmensa fortuna. Tuvieron un hijo que murió a los seis años, y a los 26 años Felicitas quedó viuda y con una herencia millonaria.Pero el 30 de enero de 1872 fue asesinada por Enrique Ocampo, un pretendiente despechado. En 1879 sus padres construyeron en su honor la capilla Santa Felicitas frente a la actual plaza Colombia, en Barracas. Se dice que cada 30 de enero el fantasma de Felicitas se pasea por detrás de las rejas de la iglesia. Y como llora, no falta quien le deje un pañuelo atado a los barrotes.
